Lucio es el nombre con que se denomina comúnmente a la Olea Europaea Argentata, una antigua variedad de olivo que, aunque ahora casi extinto, en tiempos fue el predominante en la el sur de Europa; a dónde llegó allá por el siglo VII. Cuentan las crónicas de Al-Tignari, agrónomo Granadino del siglo XII, que en el año 634 se desencadenó terrible sequía que asoló la península Ibérica durante ocho años.
Se secaron fuentes, ríos, y la mayor parte de los olivos existentes desde épocas fenicias y que los romanos llevaron a su apogeo. Fue entonces cuando el Olivo Lucio fue introducido para repoblar el olivar de al-Ándalus con ejemplares traídos en barco desde Ifriqiyya (actual Túnez), convirtiéndose en la variedad predominante hasta prácticamente el siglo XX cuando, debido a su baja productividad y difícil mecanización en su recolección, le han hecho prácticamente desaparecer de los campos, quedando escasos reductos de supervivencia en una pequeña zona del sur de España.
En este contexto es donde surge la historia de Almazara Casería de la Virgen y de su lucha romántica en defensa del milenario Olivo Lucio y su aceite. La piedra angular de su proyecto es detener la tala de estos olivos milenarios, amenazados por la agricultura intensiva predominante, preservar su gran valor patrimonial y poner en valor su exquisito y único acetite de oliva virgen extra.
Se nos encarga el proyecto de diseño de identidad y packaging para este aceite singular. Los conceptos de los que partimos para el desarrollo gráfico son la fecha de la introducción del Olivo Lucio en España y la evocación del viaje que debió realizar entre Túnez y nuestras costas. Apostamos por que el resultado tuviese un marcado carácter editorial, delicado, clásico y contemporáneo a la vez; que fuese capaz de estar a la altura de un producto exclusivo que pueda distinguirse claramente en el competido mercado gourmet al que se dirige.